LO QUE NO CRECE EN EL SUELO

LO QUE NO CRECE EN EL SUELO explora cómo dos cuerpos se vuelven engranajes en un sistema que exprime la tierra y a quienes la trabajan. El público, encargado de introducir las patatas en escena, activa una coreografía rígida y repetitiva que simboliza la cadena productivista que aliena el gesto y borra el saber cultivado durante generaciones. Desde la mecanización de la criba, emerge una fisura: el movimiento que se escapa, el pulso que todavía late.

La pieza investiga cómo la danza irrumpe en el cuerpo cansado, transformando lo automático en disfrute, vínculo y memoria común. Voz, objeto y cuerpo se entretejen en una experiencia compartida que culmina invitando al público a cantar junto a las intérpretes, celebrando la posibilidad de reconquistar nuestra labor, nuestras relaciones y lo que nos sostiene.