Cultura ante desastres naturales

El territorio ha sido, fundamentalmente, el soporte físico de la catástrofe. Y conviene destacar que, además de identidad, proporciona prácticamente la totalidad de los recursos que requerimos para construir nuestro mundo, especialmente el mundo urbanizado. Edward Osborne Wilson (un biólogo de referencia en nuestro tiempo) nos recordaba que los todos los recursos y funciones que proporciona gratis la naturaleza (aguas, control de la contaminación, enriquecimiento de suelos…) tienen un valor económico total equivalente al que la humanidad genera artificialmente.

Los proyectos de reparación no pueden seguir las mismas pautas y supuestos que hemos venido aplicando indiscriminadamente hasta ahora. Se nos presenta, por tanto, una oportunidad para cambiar de hábitos.